Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2008

JORDANIA: Tercera, tocata y fuga.

Imagen
Es curioso ir en una furgoneta un grupo de gente extranjera por estas tierras peladas. Los guías a lo suyo, que es intentar enseñarlo todo en el mínimo tiempo posible; los viajeros, a la inversa, asimilar todo lo posible a poder ser, durante todo el tiempo. Hicimos tiempo y noche en Wadi Mousa en un hotel de cáscara de oro e interior de camping: Castillo de los Nabateos. Me imagino a ese pueblo errante y no adivino que pudieran acampar en semejante exponente del mal gusto. A la mañana siguiente, desayuno a matacaballo y visita a Petra. En la taquilla pudimos ver que la visita podía ser de uno, dos o tres días. ¿Se podría condensar una visita digna en tan pocas jornadas? Me temía que no. Estaba en lo cierto. Sólo pudimos ver, fugazmente, los escaparates. Serpenteábamos por el Siq, desfiladero iniciático como pocos, con el deseo infantil y el comecome de descubrir, en un giro u otro, la majestuosidad de la puerta llamada "El Tesoro". Se empequeñecen los ojos dentro de las órbit

JORDANIA: Sentir antes que escribir (II).

Imagen
Amman es una ciudad frenética. Allí se ha instalado el estrés, como en todas las capitales del mundo. Entre la mugre y el polvo navega, reinante, el ruino de los motores. La calma del desierto abandonó estos pagos hace muchos años. Me puedo imaginar al sufrido taxista jordano echando de menos la quietud de un oasis con finca particular, en alguna parte de Wadi Rum (los inmensos Monegros de Jordania). Y digo me lo puedo imaginar porque creo que todavía esta gente disfruta con el desenfreno del progreso occidental. En fin... Como el caos español es una cosa que llevamos en los bolsillos donde quiera que vayamos, Dakkak viajes, la operadora en aquel pais de nuestro tour operador , hizo de su capa un sayo beduino y nos cambió todo el programa para poder adaptar nuestras rutas y las de cuatro señoras que nos acompañaban, al capricho de sus santos cataplines hashemitas. Como deben llevarlos bien holgados y colganderos en esos trajes típicos que más bien son sábana enrollada, nuestro guía con

JORDANIA: Sentir antes que escribir. (I)

Imagen
Apenas unas notas escritas en una agenda. Eso es lo que he escrito en este viaje iniciático por la antigua escuela del matrimonio. Rompo una lanza a favor del gnosticismo porque, sin duda, es la tercera vía, la buena, para empaparse de la verdad del mundo. En Jordania hay muchas cosas que aprender, y la primera de ellas es, paradójicamente, desaprender. Generalmente, siguiendo la corriente de lo que nos ofrecen la televisión, la prensa y los prejuicios gratuitos, metemos en el mismo saco lo árabe, lo musulman, Oriente Medio y todo lo que lleve turbante o suene a música de locutorio moro. Grave enfermedad que se cura viajando. En una ciudad como Amman, hasta el caos tiene el encanto de las ciudades que se rigen por las costumbres. Apenas hay semáforos. Los coches han aprendido a sortear a los peatones, y éstos, navegan entre esa corriente frenética con toda naturalidad. Recorrimos Susana y yo las calles del zoco de motu propio, porque los guias intentan esquivar este tipo de excursione