whatsapp, en versos deshilachados
Resoplan los pulgares torpes, cuarentones
saturan, desbordan el hilo de calma
doblan esquinas de vorágine anodina
se topan, con la inmadurez de caras vacías.
Así, deshilachados, anidan los rostros;
y en la galaxia del centro de una mano
se juega a ser un dios menor, sí.
Y regreso, a la conmoción de los ojos
del niño almibarado. Me disperso
por la imperfección sublime del deseo
bordeo el tedio de las historias difuminadas.
Es... una procesión brutal de fotos vecinas
ausentes desgarros, sonrisas, virtualidades
realidad táctil, palpable utopía.
buscando un hueco de faldriquera
donde esconderse.
Con tu marca de agua en la pupila
miro de soslayo la ruleta,
hojeando mundos cuyos soles
destellan falsamente amaneceres
en cielo cruel, de pantalla.
Ligeros los hombres, fugaces los gestos
acariciando su piel, llega por fin el sueño...
Nace el sol, de nuevo
acodado en barras cómplices
quitando las telarañas de mis ojos
el asombro de los arrebatos
el pálpito de las intrépidas hormonas
la rendición de ternuras fingidas.
Cierro los ojos; y enredado
en los por qués del absurdo
abrumado en los celos de cualquiera
huyo de todos, de todo.
Desconecto
Rendido a un miedo que es pudor
a un temor que es quiero... pero no puedo
Débil esencia ¿este es tu precio?
Abro las manos:
y el mundo que cae de mi, de mi reniega
vértigo de la muerte por venir
abrazo el grito, y lo contengo.
Es ver tu verde silueta Whatsapp
y se transforman las alas en élitros
poder surcar los cielos y mares
de la diaria huida, hacia dentro.
saturan, desbordan el hilo de calma
doblan esquinas de vorágine anodina
se topan, con la inmadurez de caras vacías.
Así, deshilachados, anidan los rostros;
y en la galaxia del centro de una mano
se juega a ser un dios menor, sí.
Y regreso, a la conmoción de los ojos
del niño almibarado. Me disperso
por la imperfección sublime del deseo
bordeo el tedio de las historias difuminadas.
Es... una procesión brutal de fotos vecinas
ausentes desgarros, sonrisas, virtualidades
realidad táctil, palpable utopía.
buscando un hueco de faldriquera
donde esconderse.
Con tu marca de agua en la pupila
miro de soslayo la ruleta,
hojeando mundos cuyos soles
destellan falsamente amaneceres
en cielo cruel, de pantalla.
Ligeros los hombres, fugaces los gestos
acariciando su piel, llega por fin el sueño...
Nace el sol, de nuevo
acodado en barras cómplices
quitando las telarañas de mis ojos
el asombro de los arrebatos
el pálpito de las intrépidas hormonas
la rendición de ternuras fingidas.
Cierro los ojos; y enredado
en los por qués del absurdo
abrumado en los celos de cualquiera
huyo de todos, de todo.
Desconecto
Rendido a un miedo que es pudor
a un temor que es quiero... pero no puedo
Débil esencia ¿este es tu precio?
Abro las manos:
y el mundo que cae de mi, de mi reniega
vértigo de la muerte por venir
abrazo el grito, y lo contengo.
Es ver tu verde silueta Whatsapp
y se transforman las alas en élitros
poder surcar los cielos y mares
de la diaria huida, hacia dentro.
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